La alúmina calcinada en plaquetas es una forma especializada de óxido de aluminio (Al₂O₃) que se caracteriza por su morfología única en forma de plaqueta , que mejora las propiedades mecánicas, térmicas y de resistencia al desgaste en aplicaciones cerámicas y compuestas avanzadas.
Características principales:
Morfología de las plaquetas
Las partículas hexagonales en forma de plaquetas mejoran la tenacidad a la fractura al desviar las grietas (similar al nácar natural o los compuestos en capas).
Mejora la densidad de empaquetamiento en matrices refractarias y cerámicas.
Estabilidad a altas temperaturas
Se produce mediante calcinación (normalmente por encima de 1300 °C), lo que garantiza una alta pureza (≥99 %) y estabilidad térmica hasta ~1800 °C.
Propiedades mecánicas mejoradas
Se utiliza como fase de refuerzo en compuestos para mejorar:
Resistencia al desgaste (por ejemplo, herramientas de corte, abrasivos).
Tenacidad a la fractura (por ejemplo, cerámica de armadura).
Resistencia al choque térmico (por ejemplo, revestimientos refractarios).
Aplicaciones:
Cerámica Avanzada: Componentes estructurales, materiales de armadura.
Refractarios: Revestimientos de alta temperatura para hornos.
Pulido y recubrimientos: Plaquitas ultrafinas para superficies de precisión.
Compuestos polímero/cerámica: relleno de refuerzo para mejorar la resistencia.
Métodos de síntesis:
Pirólisis por pulverización de llama o síntesis de sales fundidas para controlar la geometría de las plaquetas.
Calcinación de precursores (por ejemplo, gibbsita o boehmita) con aditivos para promover el crecimiento de plaquetas.
Ventajas sobre la alúmina esférica:
Mejor resistencia a la propagación de grietas.
Sinterabilidad mejorada en cerámica.
Mayor anisotropía para propiedades personalizadas.